Color etiópico

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Benito Jerónimo Feijoo “Color etiópico”, RelRace, item créé par Baptiste Bonnefoy, dernier accès le 21 Nov. 2024.
Contributeur Baptiste Bonnefoy
Sujet Réfutation de la malédiction de Cham
Description Dans cet extrait du tome VII de son célèbre Teatro crítico universal, Benito Jerónimo Feijoo remet en question le lien qui associe la noirceur de la peau à la malédiction de Cham.
Auteur Benito Jerónimo Feijoo
Date 1736
Éditeur Madrid : en la Imprenta de Lorenzo Francisco Mojados
Langue es

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[p. 72] 10. Tornielo [Agostino Tornielli], citado por el P. Juan Menochio [Giovanni Stefano Menochio], siente que el color negro de los ethíopes les viene de su ascendiente Chus, hijo de Cham, y nieto de Noé, que dice fue de este color. Pero el que lo fuesse, se dice voluntariamente, pues no consta de la Escritura, y para un hecho de tanta antigüedad, no puede hallarse otro monumento. Acaso el suponer a los ethíopes descendientes de Chus fue lo único que movió al P. Tornielo, y a otros, a creer negro a Chus. Es verdad, que Josepho, San Gerónymo, Eusebio y otros dicen, que vienen de Chus los ethíopes, añadiendo, que ellos mismos se daban el nombre de chuseos. También es cierto, que la Vulgata, los Setenta y casi todos los intérpretes, tanto antiguos como modernos, donde hallaron la voz Chus en el hebreo, con la significación de región o provincia, vertieron Aethiopia. Con todo, es cierto que esta voz hebrea, en las Sagradas Letras, no solo significa la Ethiopía, oy llamada assí, más también otra región distante y distinta de la Ethiopía, de que hablamos, contermina a Egypto, a la orilla oriental de el mar Vermejo. Conque por esta parte queda incierto quáles son los legítimos descendientes de Chus; y si lo son unos y otros, queda indecisa la questión; porque si entre los [p. 73] descendientes de Chus hallamos unos que son negros, esto es, los de Ethiopía, y otros blancos, que son los de la otra región, ¿por qué se ha de atribuir más el color negro, que el blanco a Chus?

11. Pero demos que Chus fuesse negro, y que sus únicos descendientes sean los ethíopes; es menester señalar causa especial de la conservación de la negrura. Si Chus fue negro, siendo su immediato padre blanco, ¿por qué los descendientes no podrán ser blancos, siendo su remotíssimo padre negro?

12. Juan Ludovico Hanneman dio el año de 1677 a luz un Libro con el título: Curiosum scrutinium nigredinis posterorum Cham, cuyo extracto se halla en el Diario de los Sabios [Journal des savants] de París de 1679. En él traslada el origen de la negrura del hijo al padre, de Chus a Cham; y quiere, que en éste resultase milagrosamente este color de la maldición, que le echó Noé por el inverecundo ultraje que había practicado con él, manifestando su indecente desnudez a los otros dos hijos del Patriarca, Sem, y Japhet. De aquí pretende que venga la negrura de los Etíopes, a quienes supone asimismo descendientes de Cham por su hijo Chus, aunque coadyuvándola, para su conversación, con causas naturales, v. g. el excesivo calor, el clima, la contextura del cutis, la fuerza de la imaginación, &c.

13. Esta segunda opinión no es menos voluntaria que la primera. Que Noé maldijese a Cham no consta por lo menos formal, y expresamente de la Escritura; en la cual la maldición literalmente suena caer, no sobre Cham, sino sobre Chanaam su hijo: Maledictus Chanaam (Genes. cap. 9) Pero enhorabuena, que la maldición del hijo comprehende interpretativa, y equivalentemente al padre; ¿por dónde consta, que la maldición produjese el efecto de la negrura en Cham? De la Escritura no se infiere; antes puede deducirse lo contrario, [p. 74] pues se señala únicamente otro efecto de ella, distantísimo de aquél; esto es, la servidumbre de los descendientes de Cham por Chanaam: Maledictus Chanaam, servus servorum erit fratribus suis.

14. Añádese, que teniendo Cham cuatro hijos, Chus, Mestaim, Phut, y Chanaam, la maldición sólo se determinó a este último: luego en caso de ser efecto de la maldición la negrura, ésta había de derivarse, no a los descendientes de Chus, o Etíopes, sino a los de Chanaam, o Chananeos. Realmente a éstos comprehendió la maldición de la servidumbre expresada en el Texto, lo que se colige de varios lugares de la Escritura.